CORALES
No
importa la profundidad del descenso
o
la imposible maleza derramada en el camino.
Es
largo y frío el viaje sobre oscuros caballos.
Ejercicio
de inmersión y belleza piadosa
hasta
pisar altos jardines de coral negro.
Entre
mi dolor –que conozco tanto desde el lodo-
y el universo poco explorado por la falta de
tus palabras,
me
quedan flotando la impenetrabilidad de la música y la sal.
Las
medusas atrapadas entre mis pestañas me jalan rápido.
Más
no importa el precio del descenso.
Es
necesario volver al camino consciente del miedo
y
el aliento del océano golpeándome en la nuca.
ESCRIBIR
Desde
mi antigua ascendencia emocional escribir al amor que te tengo y que pasará.
Manteniéndome leal a la lengua que hablo y escribo con método. Porque una se
explica el mundo desde la lectura y el amor desde la experiencia del deseo. No
sé amarte de otra manera que no sea escribiéndote. Más sé bien que tu amor
pasará entre lluvia menuda. Escritura que en su duración nos hace temblar y
luego se diluye en las laderas de la memoria. Escribir para nombrar mi deseo
por vos, lo que yo creí intenso y en los breves días pasó, porque es imposible
escribir de eso: lo innombrable del amor y su alcalinidad, lo que se ama y no
se posee, la carne y la temperatura de un beso que jamás volveré a entregarte.
VIRILVIDRIO
Aún hierve el vidrio
en mi boca
la lengua indefensa
te busca
cristal fatídico
Destrozaste
mis labios
transparencia sin reemplazo.
ALGUNAS ROSAS VERDES
Esta mujer de hechizos
de mentiras y yeso
teje las medias
más cálidas
para el día de su muerte
Una cruz
una caja de madera
algunas rosas verdes esperan por ella
No hay temor a la muerte
Solo pido
sea justa.
¿Quién soy?
¿Quién soy?
Tal vez la mujer senos
de ámbar
y pies helados que
escribe versos
para reconfortarse
Más la poesía
solo logra descarrilarme
Como el tren rojo que
soy
Ese tren que se abre
paso
entre las montañas
puntiagudas
y difíciles de algún
país
Ese tren que nunca
llega
a ninguna estación de
humo
Esta mujer que emana
voces
Trenes y más trenes
que me esperan
Versos para sobrevivir
¿Quién soy?
Quizá este cuerpo
encendido
que aún guarda tus
huellas en los pliegues.
Aleyda Quevedo Rojas
Poeta, editora, comunicadora, ensayista literaria y activista cultural, (Quito, Ecuador, 1972). Editora del catálogo digital de poesía Alfabeto del Mundo cuyos libros están disponibles para descarga sin costo en: http://lacastalia.com.ve/
https://edicionesdelalineaimaginaria.com/
Ha escrito y publicado 10
libros de poesía, cinco de los cuales tienen segunda edición en 5 países.
“Cierta manera de la luz sobre el cuerpo” es la antología que reúne su
obra. Obtuvo el Premio Nacional de Poesía “Jorge Carrera Andrade” con su
libro: “Algunas rosas verdes”. Sus poemarios “Soy mi Cuerpo” y “Jardín de
Dagas”, han sido traducidos al francés, y este último publicado en Francia.
Ha representado a su país en los más importantes encuentros, ferias del libro y festivales internacionales de escritores en Canadá, España, México, Argentina, Colombia, Nicaragua, Puerto Rico, Perú, República Dominicana, Venezuela, Francia, Cuba, Chile, Uruguay y Brasil. Ha sido traducida al francés, inglés, hebreo, sueco, portugués e italiano. Ha sido curadora y editora de una docena de antologías y libros de diversos autores de América Latina y el Caribe. Trabaja como consultora de comunicación y educación superior en artes. Colabora con la revista: www.vallejoandcompany.com
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