23/10/2021

Misíon cumplida (por Mario Hernãn Ramirez)


Misión cumplida: evidentemente nos encontramos frente a un compromiso sumamente delicado, por cuanto este Bicentenario de la Emancipación Política de Centroamérica, no es más que una nueva alborada en el alma y el pensamiento de más de cincuenta millones de personas que habitamos este hermoso girón de tierra, que alcanza una extensión de más de quinientos veintidós mil kilómetros cuadrados, desde el istmo de Tehuantepec hasta la joven república de Panamá, incluyendo Belice.

El trabajo que ofrecemos, a nuestro juicio y de acuerdo con el contenido del pensamiento alto, sentimiento profundo y claridad del lenguaje, de quienes han tenido la enorme responsabilidad, como coordinadores de cada uno de los países representados, es muy significativo, pero la responsabilidad es mucho más grande para el coordinador general, que como un iluminado del Altísimo, logró germinar en la lucidez de su joven pensamiento, la hermosa idea de crear este portentoso libro que, discúlpennos el atrevimiento, desde ya podemos advertir que su presencia en el parnaso de las letras, es una de las obras que andando el tiempo, su prestigio y consecuente divulgación va creciendo, digamos por ejemplo, la Santa BibliaEl CoránLa Ilíada y la Odisea de Homero; El Quijote de la Mancha, de Cervantes y el Libro Rojo de Mao Tse Tung, lo que según datos fidedignos son los que mayor circulación voluminosamente hablando han tenido a través de la historia. Éste, con el sonoro nombre de Antología del Bicentenario de Centroamérica, será sin duda alguna, durante los próximos quinientos años y mucho más, al igual que los anteriores libros, el que tendrá mayores lectores, universalmente hablando; por eso e infinidad de razones más es que nuestro compromiso resulta sumamente delicado y, en consecuencia, habrá que escribirlo con pasión, abnegación y entrega total.

Como el espacio es corto, es preciso de entrada mencionar el nombre de este joven intelectual, de origen nicaragüense, residente en Costa Rica, periodista, escritor, poeta y columnista internacional, Carlos Javier  Jarquín, padre legítimo de esta monumental obra que para su edición contó definitivamente, con el apoyo inconmensurable de su leal amiga la ilustre dama, poeta, escritora y editora mexicana Ana María Ayala, directora general de Ayame Editorial, a quien habrá que rendirle las más expresivas gracias a perpetuidad.

Independientemente de lo anterior, permítanme el atrevimiento de mencionar a dos hondureños ilustres que con su participación intelectual y política en mucho han contribuido al desarrollo de este hermoso cinturón que sirve como eslabón para la unidad de los dos subcontinentes, América del Norte y la del Sur, me refiero al ínclito y egregio doctor José Cecilio del Valle, redactor del Acta de Independencia, quien en uno de sus momentos más solemnes concibió el pensamiento “en la escala de los seres el hombre es el más grande y en la escala de los hombres, el sabio es el primero”, mientras, más acá en el tiempo aparece la figura de un Álvaro Contreras, dicho sea de paso, suegro del bardo inmortal Rubén Darío, quien aparece como el tribuno de más altos quilates en la región, ya que su talento demoledor recorrió los cinco países que originalmente formaron la federación ístmica.

Esta obra, definitivamente genial, es portadora de un mensaje a la humanidad, de parte de una Centroamérica que abre sus ojos al mundo para presentarse tal cual es en su dilatada presencia desde su descubrimiento hace más de quinientos años, hasta la fecha en la que con los altos y bajos propios del desarrollo y la civilización humana, ahora y para siempre pasa a ocupar un sitio de mucha mayor atracción para los ojos de Europa, África, Asia, Oceanía y demás rincones del planeta, porque, su configuración geográfica, relativamente pequeña, a partir de ahora se transforma paradójicamente en un pequeño gran gigante que abre sus alas para expandirse por todo el globo, merced a la presencia de este libro que sin duda alguna marca un hito en la bibliografía universal.

Desde esta óptica veo mi participación con la honrosa designación de ser yo, quien rubrique con mi nombre este epílogo al cual he bautizado como “Misión cumplida”, porque creo categóricamente, que sí, sin ningún apoyo gubernamental y haciendo uso únicamente del genial pensamiento de su director o coordinador general, el joven intelectual Carlos Jarquín y demás participantes, se culminó exitosamente esta jornada histórica que no solo honra y enorgullece a quienes han hecho posible su edición, sino que se convierte en el mejor legado que no puede negarse, queda para la posteridad durante esta efeméride tan especial, de dos siglos, dos centurias, doscientos años, un bicentenario, 15 de septiembre de 1821-15 de septiembre de 2021.

Tegucigalpa, M.D.C., Honduras, C.A. Agosto, 2021

Mario Hernán Ramírez (n. 1934) es escritor, poeta, periodista, locutor e historiador hondureño. Presidente vitalicio “Consejo Hondureño de la Cultura Juan Ramón Molina”. Es miembro fundador del Colegio de Periodistas de Honduras (CPH); Pertenece a la Asociación de Prensa Hondureña (APH) desde hace más de 60 años; Academia Hondureña de Geografía e Historia, Unión Hondureña de Locutores (UHL);  Instituto Morazánico, Instituto Hondureño de Cultura Hispánica,  Asociación Nacional de Escritores de Honduras; Sociedad Literaria de Honduras (Soliho). Premio Álvaro Contreras, 2021. Premio a la trayectoria periodística otorgado por el Congreso Nacional, 2019. Premio Nacional de Literatura Ramón Rosa, 2017.

 


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