***** Dedicado al amigo Ronald Carvalho
Somos
flechas dirigidas:
encaramos
el infinito.
Acechamos,
atónitos, el tiempo
delineando
arabescos
en
el aire, en el mar, en nuestros sueños.
La
tierra somos nosotros:
entes
esponjosos, frágiles,
contradictoriamente
bellos,
siempre persiguiendo
placeres,
dolores
soportando.
Nuestro
estómago digirió
cuchillos,
tenedores, cucharas,
ahora,
cenamos copas.
Las
viñas fueron pacificadas,
el
corazón reposa.
Los
rosales, preñados por el viento,
acabaron
pariendo
diversos
Nortes.
Este!
Celebremos!
*Renata Bomfim
Lisboa, 10-08-2013
2 comentários:
Que luxo!
Um luxo ler você em espanhol, Rê. E Pedro...como sempre...traduzindo com louvor a alma da mulher capixaba!
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