A ti Alonso,
hijo de Madrid o de Bermeo
Ercilla y
Zúniga, o de Valladolid acaso, aunque improbable,
mas de Iberia
por seguro;
a ti Alonso, quiero
explicarte en estas letras,
gracias a
Fortuna, breves,
mi asombro nacido
de la separación que haces
de las noche
vecinas de los días,
cuando escribes
en plena madrugada:
“en una parte
oculta y encubierta
tengo cerca de
aquí mi gente armada”
gente que
atacará al despuntar el alba,
confesando Alonso,
al papel, secretos militares;
que soldado eres
y escritor
a partes
desiguales,
y no sé, lo doy
por ignorado,
si actúas para
contar
o cuentas para
obligarte a hacer lo que has contado.
Como escritor, yo,
que describe lo ocurrido
y lo mezcla con
los deseos personales,
con aquello que
quisiera que ocurriera,
dándolo por
hecho de igual modo,
te diré que
admiro el uso simultáneo
de la pluma y de
la espada
blandiendo cada
una en una mano:
ora la acción
cierta,
ora, previo, su
relato.
Labrar profundo,
muy profundo
para que la
tierra se airee y se oxigene,
y luego sembrar
hondo
ese grano de
trigo, humedecido
durante una
semana larga en Valdepero
con agua del
pozo y piedralipes,
y eliminar así enfermedades
pasadas y futuras
de la semilla
repleta de esperanza,
y que la semilla
hinche su preñez más fructuosa
variedad antigua
de grano adormecido
-coincido con
Neruda en llamarla palabra-
pues ya estaba
en el principio
del universo, aleteando,
aleteando, aleteando
en vigorosa
soledad, en abandono activo.
Y aunque hoy
hayamos
convertido la palabra en sangre,
aunque la
vayamos transformando en luz,
sangre a
intervalos cada vez más largos
luz en espacios
cada vez más breves,
debemos
recordar, en el momento todo,
que su capacidad
-palabra
lenitivo, palabra espada-
sigue siendo enorme,
enorme, enorme;
ingente,
apremiante y apretada.
Cuando, la
puerta europea, en otro tiempo de par
en par abierta, a
cal y canto amanece cerrada,
los necesitados
de Iberoamérica
y del entero
mundo
tienen que
asaltarla, reivindicándose
como personas iguales
y distintas
que no
encuentran
huellas
recientes de la humanidad antigua.
Europa los
relega,
los relegan
Portugal y España
los gobiernos europeos
los relegan, más
como pobres sin enmienda
que como gentes
de su gente
a la que también
relegan.
Relega España a
Ercilla
Madrid lo trata
como a desconocido
y aquí
reivindico su nombre y su vida
su vida y su
obra
como ejemplo de
todo aquello
que tenga de
ejemplar el uso de la espada
antes o después
de usar con
maestría la palabra.
Moriste Alonso y
no sabes
por Fortuna
lo que tu
cadáver fue y vino
de aquí para
allá entero o separado;
ignoras que
fuiste enterrado,
desenterrado y
nuevamente enterrado
enterrado de
nuevo, nuevamente;
ignoras que
decapitado fuiste, y tu cabeza
vivió aventuras
que tu corazón
ignora y viceversa
por Fortuna.
PSdeJ
Canto X de la Araucana (Fragmento)
Escrito por Alonso Ercilla y Zúniga
Traduzido
por Pedro Sevylla de Juana
Estas
mulheres, digo, que estiveram
num monte
escondidas esperando
da batalha
o fim, e quando creram
que ia de
revés o castelhano bando,
ferindo o
céu aos gritos desceram,
o mulheril
temor de si lançando;
e de alheio
valor e esforço armadas,
tomam dos
já morridos as espadas.
E a voltas
do estrondo e multitude
também na
vitória embevecidas,
de medrosas
e macias de costume
se voltam
temerárias homicidas;
não sentem
nem lhes dava pesadume
os peitos
ao correr, nem as crescidas
barrigas de
oito meses ocupadas,
que correm
melhor quanto mais grávidas.
Se chamaba
infelice a postreira,
e com rogos
ao céu se volvia,
porque a
tal conjuntura na carreira
mover mais
presto o passo não podia.
Se as
mulheres vão desta maneira,
a bárbara
canalla qual iria?
De aqui
teve princípio nesta terra
vir também
as mulheres à guerra
Vêm
acompanhando a seus maridos,
e no
duvidoso transe estão paradas;
mas se os
contrários são vencidos,
saem a
perseguí-los esforçadas;
provam a
fraca força nos rendidos
e se cortam
neles suas espadas,
fazendo os
morrer de mil maneiras,
que a
mulher cruel o é deveras.
Assim aos nossos esta vez varreram
até onde o alcance tinha cessado,
e desde ali a volta ao povo deram
já dos inimigos saqueado.
Que quando fazer mais dano não puderam,
subindo nos cavalos que no prado
soltos sem ordem e governo andavam,
a seus donos por jogo remedavam.
Quem faz
que combate e quem fugia,
e quem
depois do que foge vai correndo;
quem finge
que está morrido e se tendia,
quem correr
tentava não podendo.
A gente
alegre assim se entretenía,
o trabalho
importuno desprendendo,
até que o
sol riscava os collados,
que o General
chegou e os mais soldados
PSdeJ
Académico
Correspondiente de la Academia de Letras del Estado de Espírito Santo en
Brasil, Pedro Sevylla de Juana nació en plena agricultura de
secano, allá donde se juntan la Tierra de Campos y El Cerrato; en Valdepero,
provincia de Palencia y España. La economía de los recursos a la espera de
tiempos peores, ajustó su comportamiento. Con la intención de entender los
misterios de la existencia, aprendió a leer a los tres años. A los nueve inició
sus estudios en el internado del colegio La Salle de Palencia. En Madrid cursó
los superiores. Para explicar sus razones, a los doce se inició en la
escritura. Ha cumplido ya los setenta, y transita la etapa de mayor libertad y
osadía; le obligan muy pocas responsabilidades y sujeta temores y esperanzas.
Ha vivido en Palencia, Valladolid, Barcelona y Madrid; pasando temporadas en
Cornwall, Ginebra, Estoril, Tánger, París, Ámsterdam, Villeneuve sur Lot y
Vitória ES, Brasil. Publicitario, conferenciante, traductor, articulista,
poeta, ensayista, editor, investigador, crítico y narrador; ha publicado
veinticuatro libros, y colabora con diversas revistas de Europa y América,
tanto en lengua española como portuguesa. Trabajos suyos integran seis
antologías internacionales. Reside en El Escorial, dedicado por entero a sus
pasiones más arraigadas, vivir, leer y escribir. Blog:
pedrosevylla.com
Um comentário:
Quedo agradecido y contento, ibérico yo e iberoamericano, por difundir este poema escrito con sangre de ventrículo generoso y aurícula necesitada.
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