XXXXXXXXXXXXXXXXA Rubén Darío
Es la tarde gris y triste.
La princesita está triste.
Ya llora la princesa.
Las trompas guerreras resuenan
y las bombas de hidrógeno caen
cargadas de líos políticos, de odio y dolor.
(- Y no obstante hay tantos cisnes
que cantan dolores y amores.)
-¿Dónde los clarines y laureles? ¿Dónde?
Los hombres, centauros, guerreros,
de colores que gritan, que hierven
en venas de hielo y acero,
en embajadas se cierran,
dejando ensueños de princesitas
en el humo de fábricas,
y en las torres del negro petróleo,
(- ¡Y no obstante hay cisnes!...)
Ya no se ven chimeneas de casas gentiles...
Ya no siente fragancia de rosas en el aire...
Y los coches echando el negro petróleo de sus chimeneas,
envuelven el mundo de noches
de humo, de prisa y de muerte.
(- Y no obstante los cisnes cantan!...)
La princesita llora
los tiempos de paz
y ternura.
¿Dónde las rosas, laureles, clarines?
Poema de Ester Abreu Vieira de Oliveira- Poeta e presidente da Academia Espírito-Santense de Letras.
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