11/01/2021

Salve! Senhor do Bonfim (Poema- Renata Bomfim)

 

Senhor do Bonfim, 

Meu pai, 
Salve!
No terreiro-mundo
Negro ilumina:
      acorda dormentes, 
      alegra,
      cura doentes
com o som do tambor.

Os ventos da África
são perfumados, meu pai, 
melodia inaudita ressoa
fazendo brotar as sementes.
Um contador de histórias
encanta a palavra, recordo
que a África é aqui, 
ela está dentro de mim, inteira:
                         sou mãe e filha.

No terreiro acontecem
milagres:
          ferida é sarada,
          feitiço é desfeito,
          memória ancestral 
                      restaurada.
Tambor-vida, vibração:
(pajelança popular e erudita)
É fogo!
Tambor de Mina!
Glória a ti, meu pai!

Rolam os búzios,  
Saias criam cirandas vivas
brancas e coloridas, são flores
no jardim de Oxum.
Silêncio respeitoso:
Nanã descansa!

No terreiro-mundo 
negro é senhor, é Rei!
No terreiro-mundo 
Sou filha de Xangô.

É chegado o tempo 
de compartilhar o canto
da diversidade. Faz justiça 
com amor, Senhor dos raios,
desperta o bicho aprisionado
(no homem)
paralisado pelo horror.

Salve!
Senhor do Bonfim, 
Meu pai!

Lo que desees: metafísica de la entrega (poema de Renata Bomfim)


Cae la noche
mi punto de vista quiere verse reflejado
en la mirada del anciano que sueña sobre un banco
de la plaza.
                     
El gran reloj señala la médula de la ciudad,
pero no mide el tiempo que, huidizo,
permanece quieto y
sustenta mi corazón infantil.

El guardacoches me ve, sonríe,
sonrío entre la agitación y multitud de señales.
Sonrío porque las lágrimas escapan
como ríos: sonrío porque las lágrimas están vivas.

El embarcadero, sin descanso, deja delante
aguas de otros países, y cargas,
muchas cargas.

Todo eso está protegido en mi corazón,
─ este puerto franco─, donde desembarcan
 deseos (de) extraños:
         qué quieren de mí?
         qué quieres de mí?
         qué puedo ofrecerte?

Es momento de entrega!
No acepto ninguna clase
        de despojo,
        de investigación,
        de injusticia.
Pídeme lo que quieras,
(te lo entregaré)
no necesitas darme nada a cambio.

Descubrí que siempre existirá un cielo
de color cambiante,
que el mar besará mis pies
toda la mañana,
y que siempre quedará un felino,
con ojos de ágata,
para amarme.

Eso es lo que no te puedo proporcionar!

Traduzido por Pedro Svylla de Juana

Nuestra América é o mundo (poema Renata Bomfim)


"No hay odio de razas, porque no hay razas" (José Martí)
Puseram flores no busto de José Martí.
Dois vasos de crisântemos.
Protesto estudantil
Contra a tradição,
Contra os monumentos,
Contra...
Mas, se esqueceram,
Que o busto do poeta não era túmulo.

Recolhi as flores secas.

Quem foi Martí?
Não fazem ideia.
Houve guerra pela independência?
Independência?

Martí, fantasma da esperança,
Cantor de voz veludosa e de mãos ásperas.
Morreu enxergando a aura da liberdade.
Morreram ainda, Paulo Cesar Vinha,
Irmã Dorothy, Berta Cáceres,
Morreram defendendo a vida.
Pusemos flores nos seus túmulos?
Poremos uma pedras sobre as suas memórias?

Recolhi as flores secas.

Toquei com carinho o busto do poeta cubano.
Sussurrei em tom de oração:
¾ Teu túmulo está assentado no silencio de uma isleta.
Toquei com carinho o busto do poeta latino-americano.
¾ É, Marti, a vida anda dura por aqui.
A vida anda dura.
Vida dura, corações que se fecham
Para o sofrimento, a dor. O capital se tornou
O capitão do mundo:
Nau fadada a naufragar,
Estamos sujeitos ao afogamento, todos!

Fomos descobertos
Fazendo amor sob a palmeira.
Fomos descobertos
Nus, radiantes, sem pudores e nem vergonha.
Tínhamos a proteção de Tupã.
A Mata Atlântica intacta cobria de verde 
Os nossos sonhos, o Rio Doce serpenteava 
Livre, livre pelas serras...

Tínhamos a proteção de Tupã.

A vida anda dura, poeta, há emboscadas.
Em cada esquina o impensável.
Duros, os corações dobram as esquinas,
Caem nas emboscadas.
Dobramos as esquinas
Como se pisássemos sobre o Nada. 

Eu odiava os crisântemos.
O cheiro de morte me nauseava.
Eu odiava a morte.
O tempo apaziguou esse meu dentro, já não odeio
Nem os crisântemos e nem a morte.
Mas, quero-os longe de mim!

Planto rosas, lírios, hortênsias rosa e lilases.
Planto abacateiros, mangueiras, goiabeiras,
jacarandás, laranjeiras.
Planto sementes de poesia para que o mundo
Não se torne busto adornado com crisântemos secos
Nem túmulo.
Planto árvores para por fim à dureza dos corações,
(do meu próprio)
Para que dobremos as esquinas conscientes
de que a terra é uma só:
Nuestra América é o mundo.

The Cat King (Written by Renata Bomfim/ Translated by Daniel Castro and Renato Silva)

 To Elvis


And then he came
Slowly, the Cat King
His lover's glance
Diamond
Saying he had been bitten
By the same thing
That had killed Romeu,
Julius Caesar, Garibaldi and
Abelardo
To my chest he jumped at
As wild as a lion
His (blessed) claws
Slashed my flesh
Tore my fibers apart
Left scars on my lungs, heart
Now i'm his loyal subject
Always ready to please
His fluffiest wishes
I'm his human pet

“El sacro incêndio universal amoroso”: ecos del lirismo de Rubén Darío en la poesía en lengua portuguesa. (Prof.ª Dr.ª Renata Bomfim)


Visita a Diriamba, Nicarágua.

Delirio divino, así como lo definió Platón; deseo de aquello que nos falta, como lo entendió Sócrates; experiencia a las puertas de la muerte, descrito por Santa Teresa; la temática amorosa forma parte del manantial lírico de todas las épocas, siendo el amor un arquetipo potente que estremece y arrastra hacia el objeto perseguido.
La temática amorosa, plasmada por Rubén Darío en su obra, encuentra resonancia en la tradición lírica en lengua portuguesa, desde las cantigas de amor medievales, pasando por la obra de Luis de Camões que cantó: “el amor es fuego que arde sin ver”; por Eugênio de Castro, a quien el poeta dedicó estudios, Fernando Pessoa y, llegando al Brasil, en las voces de poetas de diferentes épocas: Gregório de Matos, considerado el primer poeta brasileño, Olavo Bilac, Carlos Drummond de Andrade y Hilda Hilst, entre otros.
En la obra dariana, el amor posee el poder de fragmentar barreras y facilitar la coincidencia; y se singulariza, dejando de ser “lugar común” para alcanzar la “universalidad”. El poeta y crítico Pedro Salinas, calificó al bardo nicaragüense como “el mayor revolucionario del concepto del amoroso”. Esa revolución poética dariana puede ser comprobada en la constante invitación a la entrega hecha por el yo lírico: “Ama tu ritmo e ritma tus acciones” (“Ama tu ritmo”); al fin, hasta la “fiera virgen ama” (“Estival). Así, el amor se erige en fuerza vital que posibilita superar “la montaña de la vida” (“Amo, amas”). De ese modo, el amor, para Darío, se hace instrumento de reafirmación vital, se vuelve poesía, se convierte en mito.
Sucedió durante la investigación del maestrado, mientras investigaba la obra de la poetisa portuguesa Florbela Espanca (1894-1930), cuando me encontré con el poeta nicaragüense. Observé que el libro de poemas florbeliano Charneca em flor, póstumo, de 1931, llevaba como epígrafe el poema “Amo, amas”, de Canto de vida y esperanza. Defendí la tesis de la existencia de un diálogo estrecho entre esos dos libros. Así, muchos de los poemas contenidos en Charneca em flor, probarían el impacto que la lectura de la obra de Darío pudo causar en la poetisa considerada como una de las mayores voces de la lírica portuguesa moderna. Presenté tales inquietaciones en el I Congreso Internacional Florbela Espanca, que reunió en 2011, en Vila Viçosa, Portugal, a estudiosos de variados países. Las hipótesis presentadas fueron comprobadas, posteriormente, en la tesis de doctorado titulada A flor e o Cisne: diálogos poéticos entre Florbela Espanca e Rubén Darío, defendida por mí en 2014, en la Universidade Federal do Espírito Santo (UFES).
Florbela Espanca fue una poetisa que, como Darío, conoció mudanzas socio-políticas significativas, incorporadas por la modernidad. Entre ellas el cuestinoamiento de la tradición y la recuperación de los códigos del pasado. El poema dariano “Amo Amas, de la obra Cantos de vida y Esperanza, dice: “Amar, amar, amar, amar siempre, con todo/ el ser y con la tierra y con el cielo, / con lo claro del sol y lo obscuro del lodo. / Amar por toda ciencia y amar por todo anhelo”. En el poema de Florbela Espanca, titulado “Amar”, resuena la voz del bardo nicaragüense: “Yo quiero amar, amar, perdidamente!/Amar solo por amar; Aquí… allá…/ también a Este y Aquel, al Otro y a todo el mundo…/Amar! Amar! Y no amar a ninguno!
Observamos que el poema florbeliano es un clamor obsesivo, en el que se da un uso anafórico de la palabra amar; repetida ocho veces, siete de ellas en el primer cuarteto. En el poema dariano, la palabrea amar se repite siete veces y, amor, una. Florbela Espanca ama perdidamente, y esta pasión, fuerza vital de su poesía, no conoce límites. Florbela describe en su poesía un amor libertario, insumiso y ansioso; que desea un “más allá” del objeto amoroso; pues su amor se extiende hacia “Este y Aquel, el Otro y toda la gente…”, hasta alcanzar el despersonalizado “Amar! Amar! Y no amar a ninguno!”. Para la poetisa portuguesa, la vida, esa primavera con los días contados, solo vale la pena abandonándose al numen, a lo humanamente inexplicable. Desde esa perspectiva, el amor se siente capaz de dar nuevo significado a la vida y vencer a la muerte: “Y si un día he de ser polvo, ceniza y nada/ Que sea mi noche una alborada, que me sepa perder…para encontrarme…”
En “Historia de mis libros”, Darío dice del poema “Amo, amas”: “pongo el secreto de vivir en el sacro incendio universal amoroso”. El amor, cantado por el poeta, tiene como distintivo la continuidad: “Amar, amar, amar, amar siempre”, o sea, sobrepasando el simple placer carnal que se agota en sí mismo –aunque sea esta una de las facetas distintivas de la poesía dariana, un amor completo, integro, que como el descrito en el “Amar” de Florbela,  se aleja de la individualidad. Darío defiende el amor como ejercicio verbal que debe ser conjugado “con todo/ el ser y con la tierra y con el cielo,/ con lo claro del sol y lo obscuro del lodo./ Amar por toda ciencia y amar por todo anhelo”.
Si la poética de Florbela, rompió con el ideario femenino de su época, encontramos en la poética de Darío la ruptura con el canon literario, contribuyendo a la renovación del idioma español, inicio del primer movimiento genuinamente hispanoamericano, el Modernismo.
Florbela y Rubén no se conocieron personalmente, aunque Darío visitó Lisboa en 1912 como director de la Revista Mundial. Tras esa visita a Portugal, el poeta viajó a Brasil. Había estado Darío en Brasil en 2006 como Subsecretario de Relaciones Exteriores de Nicaragua, participando en la Tercera Conferencia Panamericana, celebrada en Rio de Janeiro. En esa reunión, marcada por tensiones políticas, el poeta leyó por vez primera el polémico “Salutación al águila”. Siendo aclamado por los destacados intelectuales brasileños: Machado de Assis y Graça Aranha. En 1912 Não fue diferente, recibió a Darío la flor de la intelectualidad brasileña: Silvio Romero y Afrânio Peixoto entre ellos. El renombrado crítico paraense José Veríssimo, intervino en nombre de la Academia Brasileira de Letras, destacando el “funesto” distanciamiento existente entre los pueblos latinoamericanos: “Hijos del mismo continente”, que vivían, “indiferentes los unos de los otros e ignorándonos por completo”. En ese sentido, Veríssimo señaló a Rubén Dario como “uno de los mejores representantes del espíritu latino-americano”, o sea, una personalidad capaz de conseguir la unidad primordial de esos pueblos.
Es indiscutible que, en América Latina, el incendio promovido por el lirismo dariano inflamó a poetas muy distintos. En Brasil, la obra del bardo nicaragüense fue leída y mencionada profusamente por los escritores de los inicios del siglo XX, especialmente Manuel Bandeira. Sin embargo, constatamos que, en la actualidad, tanto su poesía como su prosa son poco estudiadas, aunque se demanden traducciones. Pensamos que ese escenario tiende a cambiar, en la medida en que el eurocentrismo pierde fuerzas y los estudiosos tienden su mirada hacia el Sur. Darío es un poeta de plena actualidad porque canta el amor y la fraternidad entre los pueblos. Difundir su poesía entre los brasileños, nos da hoy la oportunidad de celebrar y fortalecer los lazos que nos unen histórica y culturalmente. Y ese es nuestro reto.


Tradução Pedro Sevylla de Juana 
(pedrosevylla.com/ruben-dario/)


Corpo (poema Renata Bomfim)

 

I
Ah! o corpo e sua antiguidade...

Células, sangue, estrutura que se equilibram
Num balé misterioso.
Festa da vida.
É pavoroso descobrir
A fragilidade dessa fortaleza.

II
Penetraste as entranhas úmidas
dedilhaste as camadas do meu dentro
como se um livro fosse.
Reconheceste a história de tuas dores e agonias
nas frágeis páginas de mim.

III
O movimento é lento,
Num átimo meus braços se elevam e
Danço sozinha no silêncio.
A coluna dobra vertingens
Os pés deslizam
Tomados por uma emoção sem nome.

Apenas danço!

IV
Esse mesmo corpo conviveu com os dinossauros,
Viu a terra e belezuras indizíveis.

Será que o corpo que habito me pertence?
Tateio a face,
Os dedos deslizam.
Sinto o sabor da pele fina
na boca e sugar se torna um ato religioso.

Os olhos se fecham,
Há brandura e selvageria
No corpo.

V
Desfrutaste a beleza dos primeiros dias,
Agora, sente a beleza do fim.
Canta para os  seios,
Para as palmas das mãos, ventre...
Canta que a vida é infinita
Já o corpo,  poeticamente transita
Nesse oceano.

Hakini mudra (poema Renata Bomfim)


O gesto é espontâneo,
as mãos se aproximam, 
As pontas dos dedos 
buscam conexão, comunhão.
Dentro, o vazio.

O corpo aspira,
inspira, transpira,
transborda!
A carne VICEJA, anseia,
Deseja.
O sangue vivaz
acelera o percurso 
no ritmo da respiração.

A estrutura e tudo o que ela possui
de concreto e etéreo
transformam-se em laboratório.
Os sistemas buscam conhecer-se
até os mais inflexíveis.
Cada cavidade é caverna
de sombras a ser iluminada.

Estou dentro da mãe TERRA.
ela  me alimenta,
estou segura, confortável e em paz.
As mãos acompanham o compasso
como se quisesse tocar o intangível,
elevam-se...
Reconheço que sou herdeira
de utopias.

07/01/2021

IRMÃ CLEUSA CAROLINA RODY COELHO, EDUCADORA E MÁRTIR (Prof.ª Renata Bomfim)


A história de vida,¾ e de morte¾, da irmã Cleusa Carolina Rody Coelho (1933-1985) trouxe-me à memória a proposição de Walter Benjamim de que “cada época ao sonhar a seguinte, força-a a despertar”. Benjamim não sobreviveu ao tempo sombrio do nazismo, assim como irmã Cleusa Carolina, professora capixaba que optou pela vida religiosa, sucumbiu lutando pelos valores nos quais acreditava. O pensamento de Benjamim é um alerta sobre o perigo do esquecimento e a importância de se trazer à luz a memória dos oprimidos, pois, apenas assim poderá ser criada uma barreira contra a barbárie.

Vivemos um período de grande obscurantismo no Brasil, no qual a educação sofre graves ataques e, barbáries como a ditadura e o genocídio indígena, são minimizadas e, até mesmo, negadas. A história de irmã Cleusa Carolina explicita questões como a violência contra mulheres, pacifistas, ambientalistas e o genocídio dos povos originários, que remonta a colonização. Ao rememorarmos esse passado que se presentrifica de forma perversa, auscultamos a contrapelo da história, ecos da resistência e da luta dessas minorias, de humanistas e dos índios brasileiros, quiçá forçando um despertar coletivo para questões tão prementes.

Irmão Cleusa Carolina pediu dispensa do trabalho que realizava e, sem remuneração, mas determinada, foi viver entre os índios Apurinã, na Amazônia. Na sua última transferência para a cidade de Lábrea, em 1982, a freira capixaba uniu forças com aqueles que ela considerava serem os mais vulneráveis da sociedade, “os mais pobres e marginalizados”, apoiando as comunidades na luta pela demarcação, em um momento no qual os latifundiários invadiam e ocupavam as terras indígenas, muitas vezes com a conivência de autoridades locais. Representante do Conselho Missionário Indigenista, irmã Cleusa Carolina era professora de formação e a sua trajetória como missionária sempre esteve ligada à educação.

A história de vida dessa freira que dedicou 32 anos ao serviço missionário começa em Cachoeiro de Itapemirim, ES, no dia 12 de novembro de 1933. Aluna brilhante, ao final do curso de magistério, recebeu do Governo do Estado do Espírito Santo o prêmio de escolher em qual escola lecionaria, foi nesse momento que optou pela vida religiosa. Em 1952, na Comunidade de Ilha das Flores, no Rio de Janeiro, Cleusa Carolina adotou o hábito e tornou-se Sór Maria Ângelis.

Em 1954 quando foi enviada pela primeira vez para as Missões de Lábrea, iniciou a criação do Educandário Santa Rita, destinado às crianças carentes da cidade, onde trabalhou como professora primária. No ano de 1958, de volta ao ES, em Colatina, emitiu votos perpétuos de pobreza, obediência e castidade.  Mais tarde, irmã Cleusa Carolina decidiria não vestir mais o hábito religioso, usando apenas roupas simples recebidas como doação, ato motivado pelo desejo de diminuir diferenças e distâncias entre ela e as pessoas que atendia no trabalho fraternal.

Irmã Cleusa Carolina abraçou a sua vocação como educadora e o período que passou em Vitória, que se estendeu até 1973, dirigiu o Colégio Agostiniano e obteve Licenciatura Plena em Letras Anglo-germânicas, na UFES, dedicando-se, também, à formação de lideranças para criar Comunidades Eclesiais de Base. Foi nessa época irmã Cleusa Carolina voltou a adotar o nome de batismo. O trabalho missionário estendeu-se dos centros educacionais para presídios, lares de pessoas doentes e leprosário. No período que esteve em Manaus, a freira ia para as praças ao encontro dos meninos de ruas, levando para a sua casa alguns deles que corriam perigo de vida, passando assim a ser mal vista pela polícia, acusada de ser conivente com a desordem e protetora de infratores e marginais. O compromisso para com a justiça pode ser observada no trecho de uma carta enviada à outra freira, irmã Lourdes, em maio de 1978 que diz: “Temos que construir fraternidade, é necessário, mas a justiça tem que estar na base de toda a convivência humana”. Foi assim, colocando a justiça como um pilar da fraternidade que irmã Cleusa Carolina cumpriu a sua missão como integrante da irmandade das Missionárias Agostinianas Recoletas


. Irmã Cleusa manifestou, em carta, o desejo de desenvolver um trabalho de alfabetização para adultos com os povos ribeirinhos, a “pastoral das curvas”, dos Purus, preocupando-se, também, com “os irmãos espalhados pelas estradas”.

A participação ativa na causa indigenista fez com que a freira se tornasse querida entre os índios, mas por outro lado, incomodou aqueles que os perseguia. Irmã Cleusa Carolina foi assassinada no dia 26 de abril de 1985, o seu corpo foi encontrado dois dias depois, nu e escalpelado, com mais de cinquenta chumbos de arma de caça na cabeça e no tórax, várias costelas quebradas, braço direito decepado e a sua mão direita nunca foi encontrada. Os ossos do braço direito da irmã Cleusa Carolina estão depositados na Catedral Metropolitana de Vitória e, tramita hoje, no Vaticano, um processo para a sua beatificação.

O martírio da religiosa capixaba faz parte da história de violência que abrange os conflitos que envolvem terras indígenas e extrativismo e que ainda vitima muitos indígenas. Irmã Cleusa Carolina foi um exemplo de amor ao próximo e à educação, e foi honrando esse legado e buscando que a sua memória não caiam no esquecimento, que a Academia Feminina Espírito-santense de Letras (AFESL) tornou-a Patrona da cadeira de número 24, ocupada hoje pela escritora Beatriz Monjardim F. Santos Rabello.

Renata Bomfim

Poeta, ambientalista e presidente da AFESL

TEXTO ORIGINALMENTE PUBLICADO NO JORNAL DE LETRAS, RJ

NOVEMBRO DE 2020

 

24/12/2020

Feliz Natal!

Estimados(as) leitores(as),
Desejo a todos vocês um Natal de Paz, Amor e muita serenidade.
Renata Bomfim & Luiz Bittencourt



16/12/2020

A importância do feminismo para a emancipação da mulher e a inserção desta na ordem do discurso (Renata Bomfim)

 

A historiadora Michelle Perrot (1988) chamou a atenção para o fato de o feminismo ser difundido historicamente como um movimento social e não político, o que reproduziu a ideologia de que política não é assunto para mulheres. Outra ideia enraizada é de que a mulher foi excluída do trabalho. Como vimos em estudos  anteriores, a mulher não foi excluída do campo de trabalho, sua ação foi regulamentada pela ideologia dominante e seus lugares de atuação definidos. 

No século XVIII as mulheres tornaram-se potências produtivas domésticas, ao contrário dos homens que eram trabalhadores mercantis. As mais pobres produziam em casa, artefatos que eram vendidos no mercado, já as burguesas, trabalhavam para seus maridos, muitas vezes realizando os mesmos serviços que seriam muito bem remunerados, caso fossem homens. A condição da mulher desse período era a de prisioneira da família e sua mão de obra era não remunerada. A exclusão feminina do mercado de trabalho dava aos maridos operários, seguridade.

O movimento feminista a partir de 1848, caminhou em muitas direções despertando uma forte onda anti-feminista. Os sindicatos masculinos passaram a lutar para que as mulheres não tivessem acesso ao mercado de trabalho e contestavam a luta operária feminina tentando desarticular os movimentos organizados feministaschegando a fazer greve quando mulheres eram contratadas. Os homens exigiam que o trabalho feminino fosse extinto, um problema que, segundo M. Guilbert (1982), “se colocava idêntico em todos os lugares”. Não podendo deter o avanço das mulheres, os partidos sexistas, passaram a criar legislações que limitavam a atuação do tempo da mulher no mercado de trabalho.

O movimento feminista foi um divisor de águas na historia de resistência da mulher, lançando base para conquistas que só se consolidariam no século XX. Além da luta por direito a educação e igualdade com o outro sexo, as mulheres do primeiro quartel do século XIX, se engajaram na luta pelos direitos dos menos favorecidos, assim, o movimento feminista se ligou à luta pelos direitos das minorias étnicas e pela paz. O principal veículo de difusão dos ideais feministas das mulheres de classe média foi a imprensa. As mulheres do século XIX “constituíram uma importante vanguarda dos movimentos sociais participando das doutrinas e movimentos revolucionários”. Segundo a pesquisadora Karina Fleury, no século XIX a família tornou-se a instituição social “moderadora e modeladora da moral”, não agradava a igreja que as meninas fossem educadas em casa, as famílias de posse, tinham como alternativa, enviar as filhas “casadouras” ao convento, onde receberiam formação diferenciada das destinadas à vida religiosa, e aprenderiam latim e música; bem como a ler, escrever, contar, coser e bordar, educação, educação bem diferente da recebida pelos meninos, as meninas pobres não tinham acesso a educação.

A violência para com a mulher pode ter gerado uma nelas insegurança e medo, fatores que podem ter desencadeado o imobilismo. Percebe-se que algumas mulheres introjetaram os valores falocratas, e se tornaram uma espécie de 
guardiãs da moral e dos costumes, outras, porém, resistiram e passaram a se fazer ouvir. Reduzida ao âmbito privado a mulher do século XX, passou a defender e a supervalorizando a identidade que lhe foi conferida, de esposa e mãe, e foi desse lugar que ela esperava respeito e aceitação. A valorização do papel de mãe foi uma tática utilizada como mecanismo de controle da mulher do século XX.

Dentro deste panorama, que lugar ocupou a mulher que não se enquadrou nesse modelo? Perrot em Os excluídos da história (1988), relata que no inicio do século XX, a Europa foi tomada por um sentimento 
anti-feminista, poia a “nova Eva” reivindicava igualdade de direitos civis e políticos, o acesso a profissões intelectuais e recusava, justamente, confinar-se à vocação materna. Ela suscitou o fervor daqueles poucos que sonhavam com companheiras inteligentes e livres, porém, mais generalizadamente, o medo daqueles que temiam ser desbancados e viam nessa ameaça do poder feminino o risco de degenerescência da raça e de decadência dos costumes.

A inserção da mulher na ordem do discurso, fez com que a voz feminina, com seu discurso prenhe de subversão, passasse a ser alvo de normatização, o discurso feminino passou a ter que se submeter a determinadas regras de funcionamento, bem como, àquelas que os o pronunciavam. Sua circulação, e publico também passaram a ser monitorados e restringidos. Como afirmou Foucault (2006), “ninguém entrará na ordem do discurso, se não satisfizer a certas exigências, ou se não for de início, qualificado para fazê-lo. 
As mulheres burguesas, reivindicaram para si outros lugares, e embora não fossem consideradas qualificadas para outra coisa que não fosse parir e cuidar da casa e do marido, os seus textos, inicialmente escassos, passaram a circular. Um número representativo dessa produção limitava-se a “livros de cozinha, manuais de pedagogia e contos recreativos”. A mulher encontrava dificuldades em se fazer ouvir e, os homens, achavam natural, serem seus porta-vozes.

Renata Bomfim